El lunes 9 de marzo, que si bien ya pasó, es la Luna llena en Virgo, lo cual sucede una vez al año, siempre que el Sol transitando por Piscis está en oposición matemática a la Luna recorriendo Virgo.
Piscis nos propone conectar con nuestras emociones más profundas.
Toca hacer silencio, meditar, conectar con nuestro mundo interno. Es momento de descanso para poder escuchar qué sentimos, qué necesitamos. Es una oportunidad para ser compasivos, con nosotros y con los otros. Aprovechemos que la energía acompaña para revisar qué nos pasa internamente: si hay algo que necesita concluir, poner un límite, armar borde para calmar el caos emocional.
Con Virgo; La energía acompaña para limpiar la perspectiva, clarificar, digerir, metabolizar, revisar, reordenar prioridades afectivas, ver qué cuidado necesitamos nosotros o quienes forman parte de nuestro entorno directo y cotidiano. En la astrología Virgo, además, tiene que ver con la salud. Y Piscis tiene que ver con la idea de que todos somos uno.
En tiempos del coronavirus no es casualidad que esta sea la energía astrológica actual: es un momento para pensar con conciencia colectiva, comprender que si hay un problema de salud mundial, en realidad, debemos cuidarnos todos, porque aunque nos percibamos como distintos y separados geográficamente compartimos existencia en el mismo territorio. A su vez, Virgo puede tener una manifestación neurótica y obsesiva que quiere entender racionalmente todo lo que pasa. En ese sentido, Piscis es su perfecto complemento: frente a la neurosis que busca explicar y analizar todo lo que pasa, Piscis pide comprensión desde un lugar sensible, silencioso. Es tiempo de entregarse a lo misterioso, saber que a veces toca incertidumbre.
Sin dudas, el clima astrológico del Sol en tránsito por Piscis puede ayudarnos para entrar en contacto con nuestras emociones más inconscientes, cerrar ciclos, honrar los finales y prepararnos para nuevos inicios. Por su parte, la Luna llena en Virgo nos acompaña para que nos ordenemos, para que decodifiquemos qué es lo importante de toda la información que recibimos, para que encontremos cuál es nuestra tarea cotidiana y sensible en los tiempos caóticos que corren. Una invitación para buscar el orden interno y sensible.