Para los amantes de los horóscopos como mi mamá que nos lee todos los años durante el verano qué nos espera cada año, deben leer el horóscopo chino de Ludovica Squirru.
No todos son creyentes de lo que nos dice un libro sobre lo que nos sucederá, pero cuando uno lee la descripción según el año que naciste y se te otorga un animal distinto, por ejemplo yo que nací en el año 1991 soy cabra de metal y lo que hace la autora es describirte, es en ese momento que lees y te sentís tan identificado que comenzas a creer.
Éste tiene una tradición de 5000 años y se basa en los años lunares.
Cada año se bautiza a las personas con el nombre de un animal. Gran parte de esta costumbre tiene sus orígenes en el antiguo Taoísmo chino.
El Taoísmo es un sistema global de descripción de la realidad que analiza y clasifica los fenómenos de la naturaleza. Sus teorías son consideradas leyes cósmicas inalterables, aplicables a cualquier plano y manifestación de la vida.
Los chinos basaron su cronología en un sistema sexagenario, es decir en ciclos de sesenta años. Estos ciclos trabajan en forma circular, al llegar a su punto final vuelven a comenzar iniciando nuevos ciclos que nunca tienen final.
Según los antiguos filósofos chinos, el Metal, la Madera, el Agua, el Fuego y la Tierra constituyen los cinco elementos esenciales del Universo. Estos elementos son asignados a cinco planetas: agua (Mercurio), metal (Venus), fuego (Marte), madera (Júpiter) y tierra (Saturno), los cuales ejercen su influencia en el individuo, al igual que el Yang (el Sol) y el Ying (la Luna).
Cada uno de estos elementos posee características especiales que influyen en la personalidad de las personas.
Los elementos son muy importantes ya que en cada situación de la vida estos se presentan como material fundamental para sus vidas.
Así que el año que viene no dudes en comprar tu libro del horóscopo chino y empezar a meterte en este mundo tan fantástico y tan real a la vez.