Nació como un derivado del hip hop y es un fenómeno en nuestro país.
Es un género híbrido que resurgió para reemplazar a los ritmos predominantemente latinos. Porque a pesar de nacer hace décadas como un derivado del hip hop norteamericano, ahora el trap se pone en el centro de la escena urbana mundial, pero define sus diversas mutaciones con influencias geográficas particulares. Hay un trap latino, por eso hay también un trap argentino.
El refrente latinoamericano es Bad Bunny, y si bien se ha mezclado mucho con los reggeatoneros, su estilo es el trap. El puertorriqueño, de 23 años, colecta, sin exagerar, un billón de reproducciones en YouTube y otros tantos millones de escuchas en Spotify. Su último single, «Amorfoda», fue lanzado el 14 de febrero y en menos de una semana fue escuchado 53 millones de veces. Los números confirman el fenómeno.
Acá en Argentina nuestro referente es Duki, que con 22 años logró en pocos meses ponerse a nivel del resto de los referentes mundiales: su tema «She Don’t Give a FO», subido a YouTube en noviembre del año pasado, roza los 90 millones de reproducciones.
Además de Duki, hay otros representantes que siguen el camino del trap: la jujeña Cazzu, Neo Pistea, YSY A, Khea… Duki tiene un favorito: «El más especial, uno de los que más quiero, es Luchito, un joven de 15 años de Escobar que para mí es como el Lionel Messi del trap». El futuro (cercano) de la música urbana local acaso dependa de este puñado de nombres en clave.
Hay además dos chicos que son de acá de Neuquén, de Plottier CRO y Homer, también ahora amigos de Duki sacaron un tema con él y cada vez se van más para arriba.
Si no escuchaste a ninguno acá te dejamos para que los escuches:
Escuchalos y contanos que te parecen!