El movimiento revolucionario de las Tiny Houses llegó a Argentina para quedarse y cada vez son más los que apuestan a este tipo de pequeñas viviendas.
El movimiento surgió como una apuesta hacia la construcción de viviendas más reducidas, pero por sobre todo muy aprovechables. Además, conviven en perfecta armonía con la naturaleza, detalle no menor para los residentes patagónicos.
Este fenómeno comenzó con la necesidad de muchas personas de tener un hogar y fue entonces cuando para abaratar costos los espacios comenzaron a reducirse. El movimiento Tiny Houses se adapta precisamente a estas circunstancias y apuesta por los pequeños espacios, ya sean construidos o comprados. Sin duda, son la solución perfecta para los que carecen de una economía solvente y que desean disfrutar de un hogar.
El creador de este movimiento social es el estadounidense Jay Schafer, quien a fines de los años 90 buscó reducir significativamente el espacio de las viviendas y fundó su primera empresa (Tumbleweed). La superficie promedio de una casa en Estados Unidos es aproximadamente de 240 metros cuadrados, mientras que estas pequeñas casas buscan llegar a un máximo de 50.Y así fue surgiendo un movimiento que sirvió como fuente de inspiración creativa y sin dudas un reto tanto como para arquitectos, diseñadores y también decoradores de interiores.
En este nuevo siglo los jóvenes son cada vez menos sedentarios y cada vez más nómades lo que quiere decir que establecerse en un lugar no está en sus planes. La tiny house y sobre todo aquella con ruedas comienza a verse como la solución a los problemas de movilidad y hogar, es que la familia y la realización personal prevalecen por sobre lo material y lo laboral estable. Muchos también ven a esta manera de vivir como una toma de consciencia frente al calentamiento global y al impacto del hombre sobre el medio ambiente.
La escritora Stéphanie Roblin se pregunta: ¿Cómo es la vida en una casa de pequeñas dimensiones?
-Todo es cuestión de aprovechar bien el espacio y crear un ambiente cómodo y acogedor. La mayoría de estas casas son de madera, con lo que transmiten calidez a sus ocupantes y eliminan la sensación de compresión del espacio. Como se pueden personalizar al máximo, al igual que cualquier otra casa, uno se puede sentir realmente cómodo en ellas, decorándolas al gusto y escogiendo un mobiliario que haga sentir cómodos a sus habitantes. Generalmente estas casas son espacios acogedores y dependiendo de la selección de su mobiliario y decoración, incluso podrán parecer más espaciosas.
Además, su pequeño tamaño hace que estas reducidas casas estén calientes y en caso de necesitar caldear un poco el ambiente, se consigue un ahorro energético importante, ya que sólo exige una potencia energética mínima. Al disponer de poco espacio, sus habitantes deben aprovechar cada hueco y cada rincón para sacarle el mayor partido posible. Por otro lado, las tiny houses te obligan a ser una persona práctica y a no vivir con más de lo necesario, ¡pues aquí no hay espacio para los objetos innecesarios!