Hoy es el #DíadelMalbec, es la cepa emblemática de nuestro país!

La uva más plantada y la protagonista de la mayor cantidad de los vinos producidos y vendidos, tanto en el país como en el mercado externo.

Les contamos un poco de historia sobre una de las bebidas más elegidas en la Argentina.

A fines del siglo XIX, y de la mano de los inmigrantes italianos y franceses, la vitivinicultura creció exponencialmente y con esta, el Malbec, que se adaptó rápidamente a los diversos terruños nacionales. Con el paso del tiempo y mucho trabajo, se perfiló como la uva insignia de la Argentina.

Pero todo empezó con Sarmiento y sus ganas de mejorar la vitivinicultura, quien le encargó a un agrónomo francés que introdujera uvas de mejor calidad. Así, Michel Aimé Pouget (1821-1875) presentó, el 17 de abril de 1853, un proyecto de ley (aprobado el 6 de septiembre) para que se estableciera en la provincia de Mendoza una Quinta Modelo y una Escuela de Agricultura. Claramente, el objetivo era mejorar los viñedos, y por ende la calidad de los vinos, al tiempo que promover una industria que ya prometía consolidarse como una de las más importantes de la región.

Actualmente hay plantadas casi 45.000 hectáreas de Malbec desde Jujuy hasta Chubut, siendo Mendoza -la más importante con el 85% de la superficie (37750ha)- y junto a San Juan (2800ha), y Salta (1400ha), ocupa el podio.

Pero en un momento llegaron a ser sesenta mil las hectáreas de Malbec, y con la famosa crisis de los ochenta, esa superficie cayó a 15.000 con riesgos de desaparecer. Eran épocas en las que todavía nadie confiaba en las aptitudes enológicas del Malbec -que supo ser la segunda cepa más implantada detrás de la Bonarda- y se apostaba por las variedades francesas más prestigiosas para hacer los mejores vinos de las bodegas, como Cabernet Sauvignon y Merlot. Aunque en realidad no eran tantos los grandes vinos argentinos por aquel entonces.

Desde el inicio del nuevo milenio hubo varias revoluciones enológicas, tanto a nivel viñedo como en bodega. Y ahí sobresalió el Malbec, con su plasticidad para adaptarse al clima de cada cosecha, y a las condiciones de todos los terruños argentinos. Gracias a ello, agrónomos y enólogos comenzaron a considerarla seriamente, y descubrieron que el Malbec era el mejor vehículo para descubrir nuevas zonas, y mostrar los diferentes paisajes vínicos a través de las copas.

No es casualidad que Malbec sea sinónimo de Argentina en el mundo, ya que es el principal productor de dicho varietal. En 2019 se exportaron 19,3 millones de litros, por unos 327 millones de dólares, a más de 120 países.

Y ya que hoy es VIERNES de #CUARENTENA que mejor que celebrarlo con un buen MALBEC !