Es probable que tu respuesta sea restringiendo alimentos, haciendo ayunos prolongados, salteándote comidas (desayuno, almuerzo, merienda o cena), algo que puede resultar solo a corto plazo, pero que podría generar complicaciones para sostenerlo en el futuro.

La buena noticia es que puedes abandonar la dieta, pero NO tu META!!

Lo recomendable es:

  • Tomar 2-3 litros de agua por día.
  • Consumir un plato de verduras en almuerzo y cena.
  • Consumir 2-3 frutas por día.
  • Preferir los lácteos descremados y las carnes sin grasa.
  • Realizar entre 4 y 6 comidas por día.
  • Elegir harinas integrales, granos y cereales.

¡Muy bien! Ahora te preguntas, ¿Cómo hago para tener constancia con este plan? Te sugerimos que comiences por registrar la diferencia entre alimentarte por hambre (falta de energía) o por el efecto de alguna emoción o estado de ánimo particular (ansiedad, enojo, tristeza, aburrimiento, evento social, alegría, etc.). De esta manera nos acercaremos a una alimentación consiente/racional y no desbordada en porción/medida, disarmónica, si no equilibrada, variada y saludable.

 

Éxitos!!!

 

por Valeria Alvarez – Licenciada en Nutrición

y Noelia Morales – Licenciada en Psicología.